Este ese el modelo CR4, el cual pertenece a la gama más alta de la marca y está hecho a mano en la República Checa por una empresa que acumula mucha experiencia en este tipo de instrumentos.
La escala del instrumento es la habitual de un contrabajo ¾. Ahí van algunas características especiales:
- No hay unión del mástil al cuerpo en la posición habitual de un contrabajo clásico, de modo que se puede tocar sin problemas en cualquier zona del instrumento. Si vienes del contrabajo clásico o de jazz, esto te resultará extraño unos minutos pero la verdad es que enseguida te adaptas.
- El diapasón es de ébano de primera e incluye puntos guía como referencia de afinación en 2 octavas.
- Las cuerdas que vienen con él son D’Addario específicas para contrabajo eléctrico. Estas cuerdas son más finas que las normales, y producen también más sustain, pero es posible usar cuerdas normales como Thomastik y otras si lo que quieres es un tacto y sonido más tradicional. En ese caso las cuerdas se enganchan en la parte de atrás para respetar la distancia trandicional entre cordal y puente en un contrabajo de toda la vida.
- La electrónica, como cabría esperar viniendo de Steinberger, es impecable. Funciona con dos pilas de 18 Voltios para tener un headroom ampliado. La señak es excelente y la ausencia de ruido total. Aparte del control de Volumen y las dos bandas de EQ (con excelente sonido), tenemos un potenciómetro te permite elegir modo Pizzicato (sonido muy definido, con bastante sustain), modo Arco (perfecto para el arco y para un pizzicato clásico) o cualquier punto intermedio.
- En el compartimento trasero puedes hacer ajustes adicionales para para personalizar el sonido que prefieras.